El pasado mes de noviembre tuve el gran placer y el gran honor de realizar esta mesa dulce para un 40 cumpleaños. Y no entiendo todavía cómo es que se me había olvidado por completo escribir el post correspondiente. Si es que no se puede tener la cabeza en mil sitios, ya te lo digo.
En fin, cualquier pedido para mí es un encargo único al que le dedico todo mi amor y mi dedicación. Pero cuando el pedido es para alguien a quien conoces y admiras tanto tanto como persona, amiga, mujer y madre, pues todavía más.
Hace unos 10 años que conozco a Núria. Ambas nos conocimos cuando nos enfrascamos en el maravilloso mundo del voluntariado y asesoría en lactancia materna. La verdad es que es totalmente imposible no querer a Núria. IMPOSIBLE. Toda ella es amor, dedicación, entrega, optimismo y lágrimas. De las buenas. De esas que le brotan a una de los ojos cuando te emocionas por todo. Y así es Núria. Una persona dispuesta a DERROCHAR PLACERES a doquier. De hecho ese es su hashtag preferido y por eso cuando su marido lo propuso, no lo dudé ni un momento y lo usamos como tema de la mesa dulce.
Una mesa dulce en tonos verdes, acorde con el lugar en el que se celebraba The Clandestine Gallery en la calle Lancaster en Barcelona, una sala increíble y llena de magia.
El topper del pastel es de Knots Made With Love. Los macarons, serigrafiados también con el hashtag, de François Macaron. Las flores de Muguet Floristeria.
Desgraciadamente no pude asistir a la fiesta. Pero sé y me consta que se derramaron lágrimas y se derrocharon placeres. ¿Qué más se puede pedir?
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