A veces da la sensación que cuando se hacen fiestas para niños todo debe ser de una forma determinada. Pero no tiene por qué. Júlia tenía muy claro lo que quería. Quería que su mesa dulce tuviera merenguitos, una tarta rústica, macarons, cupcakes y también chuches, pero que fuera elegante y sofis.
Además debía ser una mesa que se integrara bien en el sitio de la celebración, Can Viver de la Serra, una masía rústica y llena de encanto en Sant Quirze del Vallés. La mesa donde iban situados los dulces estaba formada por un antiguo portal de madera, totalmente envejecido u lleno de vida. Estaba situada en un porche cubierto, de piedra y cemento, justo delante de un ventanal que debaja ver toda la montaña que formó parte de la decoración de la mesa en sí misma.
Por es los recipientes y bandejas eran de madera decapada, cristal, cajas de metal antiguas y cake stand vintage. Combinados con bolas de abeja que le daba ese punto más infantil que también debía desprender.
Volví a contar con colaboradores de lujo. Muguet preparó un arreglo floral increíble en una antigua botella de vino de bodega que le daba una fuerza brutal a la mesa. Las rositas de la tarta también son de allí. Las bolas de abeja y la banderla son de Fiesta Fácil. Y mi preciosa ayudante Laia que me ayudó a trasladar y montar todas las cositas en la mesa.
Todo para tener un día de Primera Comunión lo más dulce y bonito posible. Espero que os guste.
Para pedir información y presupuestos sobre mesas dulces me podéis contactar sin compromiso en: soraya@sweetmama.es
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